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Servicio de Oración

Nuestro Blog

Instrumentos Musicales (II)
Hermanos de esta Congregación y de otras tantas se han hecho la pregunta de qué si deben alabar a Dios con instrumentos o sin ellos. Muchos usan el piano, pero éste fue inventado hace poco, los apóstoles no tuvieron piano, y muchos menos David; otros en cambio han optado por cantar sin ellos, y otros usan variedad de instrumentos.Leer Mas

Amargura
Categorías Bíblicas Para Manejar La Amargura.Leer Mas

Adoración Pública en el NP (I)
Para empezar leemos lo que al respeto escribiera el ministro puritano John Owen: “Los principales actos y partes de la adoración pública se reducen a estos tres: La predicación de la Palabra, la administración de los sacramentos, y el ejercicio de la disciplina; y todo estos han de ser administrados con oración y acciones de gracias.”Leer Mas

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Expositor: Juan José Pérez

Sermón: Orando para no entrar en tentación

Descripción:

Expositor: Ramón Peña

Sermón: Cristo: el mensaje del evangelio

Descripción:

Expositor: Juan José Pérez

Sermón: La religión verdadera: el control de la lengua

Descripción:

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Meditacion del 8 de Abril

Texto: “Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura” (Números 13:31).


Subieron a investigar confiando en sus propias capacidades, y ahora se muestra la verdadera motivación o la realidad de sus almas, que no confiaban en Dios, sino en ellos mismos. Eso es idolatría: “No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.” (v31). Dios nunca les dijo que haría esa obra con el poder de ellos, sino con el Suyo: “Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo Jehová” (Exo.6:8). Así que, hubiese sido mejor examinar su propia debilidad, y no investigar la fortaleza de sus enemigos. Esa no era su tarea, sino confiar en la promesa divina. Si se hubiesen examinado, habrían visto sus debilidades, hubieran doblados sus rodillas en oración para mortificar el corazón incrédulo.

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