Texto:
"Porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron; y
han conocido que verdaderamente salí de ti, y han creído que tú me
enviaste" (Juan 17:8).
Puede haber un conocimiento que nos llega por medio del mero sermón o los
libros, que en verdad brillan mucho en la mente, pero esa luz es débil y
borrosa. Brillan con la luz de otros hombres: "Ellos decían a la mujer: Ya
no creemos a causa de la palabra tuya, porque nosotros mismos hemos oído y
sabemos que verdaderamente este es el Salvador del mundo" (Jn.4:42); hay una enseñanza de los hombres y hay otros de
Dios usando los hombres como simple instrumentos.






