Meditación Diaria

Meditación del 18 de Julio

Texto: "Y el que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en el. Y en esto sabemos que el permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado"

(1 Juan 3:24)

 
Una de las preguntas que suele hacerse todo Creyente es sobre su verdadero estado espiritual, o si esta en la Gracia de Cristo o no. Más aun, las mismas escrituras nos mandan  examinarnos a nosotros para determinar si estamos en la fe. La regla para medir uno y otro, es dada en nuestro texto, y es notorio que tal examen no es basado en cosas eternas, sino por los efectos internos o la influencia que produce en el alma la operación del Espíritu de Dios. Mas aun, que la guía dada por el Apóstol Juan no es sobre cosas que los hombres profesan, ni sobre los deberes que realizan, sino sobre la actitud o carácter de sus corazones, es decir los principios mediante el cual se generan las obras del cristianismo.


No hay nada mas importante a determinar en este mundo que la realidad de la unión del alma con Jesucristo, expresada aquí por la frase: "Que el permanece en nosotros". Juan hace diferencia entre los de esta clase y los que se han adherido al grupo por medio de la realización de obras religiosas, pero que en sus almas no conocen de la fe que une de manera vital y permanente con Cristo. Mire este pasaje: "Yo soy la vid, vosotros las ramas. El que permanece en mi y yo en el, este lleva mucho fruto. Pero separados de mi, nada podéis hacer. Si alguien no permanece en mi, es echado fuera como rama, y se seca. Y las recogen y las echan en el fuego, y son quemadas" (Jn.15:5-6); esto es, que hay dos maneras de estar unidos a Cristo, siendo una rama viva o una rama seca, y ambas unidas al árbol. La primera tiene una ligadura interna y la segunda esta pegada, no tiene unión vital.  

La prueba de esa unión: "El Espíritu que se nos ha dado". El Espíritu de Cristo es el lazo de unión vital. No debe entenderse como la morada de la plenitud del Espíritu Santo impartiendo todos sus atributos, tal cosa seria una blasfemia, pues eso solo fue en Cristo; a lo que se refiere es a la influencia salifica que es operada en el Creyente por medio de un camino de santificación, apartamiento del pecado y del mundo para ser siervos de Dios.  

Esto puede ser ilustrado cuando decimos que el sol entro a una casa; es decir, cuando los rayos solares influyen de manera positiva en tal casa. Cristo tenia la Gracia propia del Espíritu, en cambio los Creyentes tienen la Gracia comunicada, la cual nos conduce a la obediencia e interés en el Señor.  
La certeza de la prueba: "En esto sabemos", es una declaración que tiene por causa la prueba. La Gracia de Dios tiene dos aspectos, uno esencial o constituido y el otro su carácter de expresión.  Solo Dios puede conocer la esencia de la Gracia y nos ha dejado Su Palabra para conocer tal carácter por su propia manifestación.

Para determinar si un naranjo es dulce o agrio, necesitamos probar su fruto. A semejanza, la realidad de la Gracia en el Creyente es de carácter posterior, es un camino que nace en los frutos y asciende hacia la causa, asunto que se comprueba con las Escrituras. En ese sentido Dios nos ha creado con el poder de intuición y reflexión; esto es, la facultad de poder reproducir en la mente los hechos pasados y allí proceder al examen, hacer juicio moral sobre nosotros mismos en cuanto a la actitud y resultado de nuestros hechos.  

Dios es invisible, pero los efectos de la operación del Espíritu en los Creyentes es sensible y reconocible. La unión con Cristo se describe por los efectos, sabemos que tal unión es misteriosa y sobrenatural, eso fue lo que le dijo Jesús a Nicodemo: "El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; pero no sabes ni de donde viene ni a donde va. Así es todo aquel que ha nacido del Espíritu" (Jn. 3:8).

Alguien dice: Yo Dudo tener el Espíritu de Dios, tengo mucha ignorancia; leo la Biblia y la entiendo poco. Hay dos cosas esenciales en el conocimiento espiritual, la cantidad y la eficacia. Tu condición no depende de la cantidad de conocimiento.  

Es cierto que hay personas con las cuales estas en desventaja en cuanto el conocer. Pero lo importante no es lo que tu sabes, sino lo que hace con lo que sabes y que efecto produce en ti el saberte ignorante. Esto es, no te ocupes en compararte con otros, sino en practicar lo que aprendiste, sea poco o mucho. El conocimiento es santificado únicamente cuando se aplica. Haz esto y vivirás.

 

Amen

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