Texto: "Encomienda a Jehová tus obras, y tus
pensamientos serán firmes" (Pro.16:3).
Tu conciencia y tu experiencia te testifican que no es posible encontrar
verdadero consuelo en ti mismo, y por eso haces lo correcto, salir a buscarlo,
lo único que muy a menudo tú lo buscas en el lugar equivocado. Aprende esto, no
podrás hallarlo en las criaturas, sino en el Creador.
De ahí que el hombre sabio
aconseja: "Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán
firmes" (Pro.16:3). No tus negocios y tus obras, sino tus pensamientos
estarán en descanso. Las cosas descansan en su centro o apoyo, ¿Y acaso no es
Dios el centro y apoyo de todas las cosas? Mientras más indiferente sea
el corazón de un hombre hacia las cosas externas o fuera de él, más quieto y sedado
estará su espíritu. Y cuando un hombre ha encomendado su alma a Dios, entonces
el será más indiferente a todas las condiciones posibles: "En Dios
solamente está acallada mi alma" (Sal.62:5). La oveja come quieta y
reposadamente, cuando se resigna a la voluntad del pastor. Por tanto, es una
buena y excelente cosa encomendar y darnos nosotros mismos a la voluntad de
Dios. Sus designios se harán de cualquier modo, por lo tanto estudia la
Soberanía de Dios y pon tu mente, tus afecciones y tu voluntad a tono con la
Suya, entonces conocerás de verdadera paz.
La consolación mayor ante el peligro se obtiene, cuando nos resignamos a la
voluntad de Dios, mire la resolución tomada por Joab:
"Al ver Joab que el frente de batalla estaba
delante y detrás de él, eligió a algunos de entre todos los escogidos de Israel
y dispuso sus escuadrones para enfrentar a los sirios. Puso al resto de la
gente bajo el mando de su hermano Abisai, quien
dispuso sus escuadrones para enfrentar a los hijos de Amón. Y Joab dijo: Si los sirios son más fuertes que yo, tú me
darás auxilio; pero si los hijos de Amón son más fuertes que tú, yo iré a
auxiliarte. Esfuérzate, y luchemos valientemente por nuestro pueblo y por las
ciudades de nuestro Dios; y que Jehová haga lo que le parezca bien. Entonces se
acercó Joab, con la gente que estaba con él, para
combatir contra los sirios; pero éstos huyeron ante él" (2Sam.10:9-13),
nótese el "entonces" del (v13); haz tú lo mismo y el Señor será quien
peleará por ti; tal como peleó por Jesús y por medio de la muerte venció la
misma muerte.
Amen