Texto: “Buscad a Jehová, todos
los mansos de la tierra que ejecutáis su decreto. Buscad justicia, buscad
mansedumbre; quizás seréis protegidos en el día del furor de Jehová” (Zofonías 2:3).
Este versículo enseña que la mansedumbre es conveniente para nuestra se
seguridad física. Está profetizado que pronto caerá la ira de Dios sobre los
habitantes de la tierra, no habrá seguridad para nadie en aquellos días, sin
embargo el lugar más seguro es la mansedumbre: “Buscad mansedumbre; quizás
seréis protegidos en el día del furor de Jehová”. Lo dice claramente, el manso.
Si hay un estado moral más próximo a la inocencia es ser manso. En los litigios
judiciales los jueces tienen en cuenta dos grandes cosas, los hechos y el
carácter de las personas envueltas. Los mansos son de mucho peso para cuando
van tomar la decisiones, sobre todo en caso donde los hechos no son tan claros.
No dudamos que hay hombres que se trasforman en valiente cuando el otro está
desarmado, pero a un espíritu noble es un acto de cobardía estropear al que no
responde a las provocaciones, ni guarda rencor. El apóstol lo proclama con
meridiana claridad: “¿Quién es aquel que os podrá hacer daño, si sois ávidos
por el bien?” (1Ped.3:13).