Texto: “Porque esta es la voluntad de Dios,
vuestra santificación” (1 Tesalonicenses 4:3).
Lo que debes procurar para ti y para otros debe ser la santidad de vida, mas
que la felicidad temporal. En Jn. 17 Jesús oro para
que los Suyos sean guardados, no tanto del peligro del mundo, sino más bien del
mal, y luego pide por santificación. Y así mismo debes orar por otros en la
comunión del Espíritu y como un impulso de la naturaleza divina que hay en ti.
De esto se desprende entonces, que las bendiciones materiales deben ser
deseadas cuando tengan como fin o propósito un bien espiritual. Lo natural
tiene también derecho de hablar y pedir, pero los pedidos de la Gracia deben
ser atendidos primero: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,
y todas estas cosas os serán añadidas” (Mat.6:33). Por tanto, será tu sabiduría
y bienestar, el no dar tregua en presionar tu corazón para que se abstenga del
pecado. En esto debemos ser cuidadosos, porque la religión de los fariseos se
basa mas en negativas que en hacer el bien, aunque hay un poner y un quitar:
“Con respecto a vuestra antigua manera de vivir, despojaos del viejo hombre que
esta viciado por los deseos engañosos, pero renovaos en el espíritu de vuestra
mente, y vestíos del nuevo hombre que ha sido creado a semejanza de Dios en
justicia y santidad de verdad” (Efe.4:22-24).