Texto: Y les dijo: ¿Es lícito en
los días de reposo hacer bien o hacer mal; salvar la vida o quitarla? Pero
ellos callaban” (Marcos 6:3)
El
caso del paciente era digno de la mayor compasión, en cambio el público pensaba
lo contrario. Ellos en lugar de orar e interceder por el bien del prójimo
usaban la situación del prójimo para alimentar su maldad. Si el lisiado hubiese
sido sanado en una clínica o un hospital por un método ordinario que tomara
quizás un año la cura, ellos no tendrían problemas con eso, pero si el milagro
se hacia ahora, en un instante, entonces se enojarían. Los límites de maldad a
donde puede llegar el corazón incrédulo son inconcebibles.