Texto: “Una
cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová
todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová” (Salmos 27:4).
David había experimentado la dulce bondad del Señor. Es como si hubiera
resuelto no descansar hasta conseguir el interés de su alma. Su interés general
contiene dos particulares: Uno, "Para contemplar la hermosura de
Jehová”; esta es la corona de todos sus deseos, no para curiosear, ni para
especular, sino para deleitarse en la sublime contemplación de la fuente de
toda la hermosura del Señor. Dos; "Para inquirir en su
templo". Esto es, que pueda averiguar, conocer aún más y más de Dios,
porque hay un océano sin fondo de excelencias divinas en la presencia del
Señor, y mientras más conocemos, más buscamos y queremos. El ministro Howe lo resume así: Que los anhelos y deseos de un
verdadero Cristiano, la satisfacción que busca son: Que pueda conocer cada día
más a Dios, o poseer un más claro entendimiento del Ser Divino, y así tener
seguridad de su amor y buena voluntad. Mientras una persona más conozca a Dios,
más feliz es.