Texto: "Por lo cual
también Dios lo exaltó hasta lo sumo y le dio un nombre que es sobre todo
nombre" (Filipenses 2:9).
La exaltación del Señor Jesús comenzó con la resurrección y terminó sentándose
a la diestra del poder de Dios. Su exaltación fue una respuesta a Su
humillación, Su muerte fue respondida con Su resurrección, yendo a la tumba
ascendió a los cielos, y echándose en el sepulcro se sentó a la diestra del
Padre.
Ahora bien, y con relación a Su exaltación; Él fue literalmente tomado de la
tierra y llevado arriba: "Mientras ellos le veían, él fue elevado; y una
nube le recibió ocultándole de sus ojos" (Hch.1:9); fue llevado a donde
todos los Creyentes también serán llevados. Cuando subió ya glorificado no
fue un cambio de naturaleza, sino de lugar; Su cuerpo sigue siendo de
naturaleza creada, y es finita. Esta es la glorificación de Su persona que
habla nuestro texto de hoy. Todas las nubes que eclipsaban Su divinidad fueron
quitadas. Pero nadie entienda que echo a un lado la naturaleza humana con que
se vistió, porque esto es parte esencial de Su oficio como Mediador que
continuara por toda la eternidad; lo que puso a un lado fueron todas las
debilidades que conlleva el cuerpo humano. Sobre la tierra Él fue ignorante de
algunas cosas referentes al Juicio Final, pero ahora tiene toda la sabiduría y
todo conocimiento.
La próxima cosa hablar aquí, es sobre el hecho de que se sentó a la diestra del
poder de Dios: "Jehová dijo a mi señor: Siéntate a mi diestra, hasta que
ponga a tus enemigos como estrado de tus pies" (Sal.110:1); como si esa
fue la bienvenida que le dieron a Cristo tan pronto como entro al cielo, o que
Dios tomó a Su Hijo por la mano y lo sentó en el trono.
Darle todo poder, y toda autoridad para gobernar. Le fue restaurado el pleno
uso de Su deidad. El tuvo un eterno poder como la Segunda persona de la
Trinidad e igual al Padre, pero ahora como Dios encarnado le es dado:
"Jesús se acercó a ellos y les hablo diciendo: Toda potestad me ha sido
dada en el cielo y en la tierra" (Mat.28:18). Más aun todos Sus enemigos
tendrán que doblar sus rodillas delante de El. Jesús recibirá adoración de
todos los ángeles, de todos los hombres y aun de los demonios.
Es tu sabiduría dedicarte a buscar las cosas celestiales. ¿Cómo se hace eso?
imitando a Jesucristo, o lo que El hizo corporalmente, tu lo hagas
espiritualmente. Así que, pon alegría y buenos afectos a todos tus deberes. Lo
que pone buenos sentimientos a las labores de un obrero es la recompensa del
salario, los obreros mal pagos son lentos en sus faenas, pero los bien pagos
son entusiastas y diligentes.
Por tanto, piensa más a menudo en la Venida de Cristo, el cual coronara todas y
cada una de tus buenas obras: "Así que, hermanos míos amados, estad firmes
y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro
trabajo en el Señor no es en vano" (1 Co.15:58). La fe en Cristo nos hace
dar obras de fe, y la esperanza de gloria nos hace parir más frutos.
Si tu inflas una vejiga y la suelta para que ascienda, notaras que ha medida
que la vejiga sube, su tamaño aumenta; a medida que tu busques las cosas
de arriba el poder de tu corazón se aumentara, y la promesa del texto se te
hará cada vez más segura: "Como tu estas muerto; tu vida esta escondida
con Cristo en Dios. Cuando Cristo tu vida se manifieste, entonces tu también
serás manifestado con el en gloria" (Col.3:4).
Amen.