Texto:
Y le dijeron: Mujer, ¿Por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi
Señor y no se donde le han puesto. Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a
Jesús que estaba allí; más no sabía que era Jesús..." (Juan 20:14).
El Señor Jesús está cerca del corazón que le está buscando con amor sincero.
Todos y cada uno de los que buscan al Señor Jesucristo pueden estar en la
absoluta seguridad, que El está cerca de ellos, aun cuando no puedan verlo con
los ojos de la cara, ni con el entendimiento del alma. El pasaje que estamos
considerando es un testimonio más que elocuente de esta consoladora verdad.
Hay varias razones del porque en ocasiones Cristo esconde Su rostro de Su
pueblo. No es porque a El le plazca esconderse de nosotros, de ningún modo, sino
por causa de nuestra debilidad, pero mas particularmente por razón de formarnos
un Cristo de acuerdo a nuestra propia imaginación y no conforme a como El se
nos ha revelado. La mujer samaritana en (Jun.4:25) habló con el verdadero
Mesías acerca de un Mesías dibujado en su propia mente.
Así mismo vemos en Maria Magdalena que buscaba un hombre común, pero no Aquel
quien le había perdonado sus pecados y que por tal razón ella misma había
experimentado una paz inefable en su corazón; ella buscaba entre los muertos al
que estaba vivo, pues si había dibujado en su pensamientos lo que Cristo debía
ser, es imposible que lo reconozca en lo que ahora El es.
Perdió el verdadero Cristo por causa de un Cristo imaginario. El es la comida
especial o el delicatessen, la grosura del alma, por eso no será visto como
debe ser visto, si le buscamos como un alimento común. No cabe duda, que la
imaginación natural es un gran enemigo del bien de nuestras almas. Cuan fuerte
son nuestros prejuicios, porque cuando somos guiados por ellos, ni que la
realidad este frente a nuestros ojos podrá hacernos despertar de la ceguera del
entendimiento.
Ella buscando un Cristo distante, desprecio un Cristo presente. Jesús esta
cerca de ellos, frente a ellos y con ellos; El les esta hablando con Su
palabras, esta escuchando sus oraciones, pero ellos en sus imaginaciones corren
hasta los confines de la tierra en busca de lo que esta delante de sus ojos. El
no esta lejos de ninguno de nosotros para que de alguna manera podamos
hallarle: "La justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón,
"¿Quien subirá al cielo?" (Esto es, para hacer descender a Cristo) ni
"¿Quien descenderá al abismo?" (Esto es, para hacer subir a Cristo de
entre los muertos). Mas bien, ¿que dice? Cerca de ti esta la palabra, en tu
boca y en tu corazón" (Ro.10:6-8).
Amen.