Texto:
"Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay
parecer en él, ni hermosura; le veremos, más sin atractivo para que le
deseemos" (Isaías 53:2).
La humildad que trajo Cristo a este mundo es descrita en dos aspectos: Su
nacimiento u origen, y en su manera de vivir.
Su nacimiento u origen: "Subirá
cual renuevo". Cuando se dice nacimiento no se refiere tanto a su
infancia, sino más bien a su origen bajo o insignificante que tomo sobre Si.
Las Escrituras a menudo describen la condición de una persona con la figura de
una planta. Las miserias son a veces expresadas como una planta bajo el calor
del desierto, como un arbusto insignificante: "Será como la retama en el
Araba; no vera cuando venga el bien, sino que morara en los pedregales del
desierto, en tierra salada e inhabitable" (Jer.17:6).
De modo semejante es expresado Cristo aquí, aludiendo a Su pobreza y
humillación. Como un renuevo que brota de la tierra, el cual un hombre al pasar
lo ve, pero no le da importancia, y lo pisaría mas que admirarlo o cuidarlo. La
persona de Cristo a los ojos del mundo no tiene ningún atractivo, como tampoco
el renuevo que brota de la tierra.
El profeta también dice: "Y como raíz de tierra seca"; cuando
pensamos en un retoño la idea que surge en nuestra mente es algo tierno, verde,
fresco, pero con Jesús no fue así, El no tuvo el verdor y frescura del renuevo
de tierra fértil. Se sabe que el renuevo si sale hacia arriba, pero no la raíz,
porque entonces menciona la raíz? Es obvio que se
trata de un lenguaje figurado, y se piensa que se dice así para denotar la
sequedad del renuevo. Se recordara que Cristo es de la raíz de David, una casa
que prácticamente se extinguió como familia piadosa: "Un retoño brotara
del tronco de Isaí, y un vástago de sus raíces dará
fruto" (Isa.11:1). David tuvo una vida prospera, pero su padre Isaí fue pobre y casi desconocido, lo cual habría de
volver, y de aquello ya decaído brotaría este renuevo.
Luego dice: "Delante de el", uno se pregunta: ¿Delante de quien? El contexto,
o mas bien el verso anterior nos indica dos posibilidades o las dos se pueden
incluir, delante de los judíos incrédulos y delante de Dios, que lo permitió o
que esto fue así por Su predeterminado consejo y voluntad; nótese la lectura
corrida: "¿Quien ha creído nuestro anuncio? ¿Sobre quien se ha manifestado
el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante de el, y como raíz de tierra
seca; no hay parecer en el, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para
que lo deseemos" (Isa.53:1). Así la explicación sobre el origen de Cristo
que encierra el texto.
Su manera externa de vivir. Sobre esto
el profeta añade: "No hay parecer en el, ni hermosura". Las cosas
despiertan el amor o el interés de los seres humanos por dos razones; por la
buena conformación de sus partes, lo cual llamamos su esplendor o agradable
apariencia, pero también por la adecuada combinación de sus colores, lo cual
seria la hermosura, Cristo no tuvo ninguna de las dos. El Salvador careció de
excelencia física y encanto. Los que le vieron no encontraron en El adecuada
proporción de forma, ni parecer, como tampoco encanto o atractivo.
Esto requiere de una explicación; no estamos significando que tuvo una
apariencia monstruosa o deformada, sino más bien que no fue un hombre que despertara
el amor o atractivo de sus contemporáneos, que fue un individuo corriente, y
que físicamente no se destacaba en comparación con los otros. Sin duda que fue
alguien de muy buena salud y un cuerpo corriente entre los hijos de los
hombres. No vino con la pompa y gloria que la mente humana habría imaginado
encontrar en el Mesías de la humanidad; la gloria que se veía en El no era de
acuerdo a la majestad del Salvador del mundo, particularmente a los ojos del
incrédulo. Así que, al considerar este comentario hay que distinguir lo que el
Señor Jesús es en Si mismo, de lo que fue a los ojos de la mente natural.
El verso agrega: "Mas sin atractivo para que le deseemos"; esto es,
que estuvo privado de aquello que pueda mover nuestros afectos hacia El, puesto
que no tenia encanto. La idea es que un ojo carnal no vería excelencia en
Cristo para ganar el interés o afecto, o que si usted confiase en lo que veía
de El, usted no le desearía. El fue "sin atractivo para que le
deseemos". Esta es la explicación en cuanto al significado de las palabras
o frases que forman el texto.
Amen.