
Texto:
"Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día" (Hebreos 5:4).
El Creador estuvo infinitamente agradado en la creación de todo lo visible e
invisible, ya que fueron de acuerdo al modelo de Su infinita sabiduría. Este
divino descanso es traído aquí como una ilustración del descanso que
disfrutarán los santos en el cielo. En aquel día Cristo mirará toda las obras
hechas por los Creyentes para la gloria de Dios aquí en la tierra, y entonces
hará que los santos entren al reposo eterno en los cielos, al decirles: “Bien,
buen siervo y fiel, entra en el gozo de tu señor" (Mat.25:21).
Otra ilustración de este descanso la vemos en el descanso de los israelitas en Canaan. El Creador ha puesto en sus criaturas racionales el
amor por las cosas hermosas y excelentes, así que fue la sabiduría de Dios
levantar los deseos de los hombres por medio de las cosas que ven los ojos y
luego decirles que las que hay en el Señor son mucho mejor que las terrenales.
Los israelitas que estuvieron bajo la cruel y dura esclavitud en Egipto,
siempre vieron la tierra de Canaan como un lugar de
reposo. Pero después que ellos poseyeron esa tierra David habla de otro
descanso: “Puesto que falta que algunos entren en el reposo, ya que aquellos a
quienes primero les fue anunciado no entraron a causa de la desobediencia, Dios
ha determinado otra vez un cierto día, diciendo por medio de David: Hoy,
después de tanto tiempo, como ya se ha dicho: Si oís hoy su voz, no endurezcáis
vuestros corazones. Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no se hablaría
después de otro día” (Hebr.4:6-8); esto es, que el
verdadero descanso no es en esta tierra, los Creyentes en el mundo son
peregrinos hacia la patria celestial.
Así que, las palabras de este capitulo contienen el motivo mas consolador y
poderoso para creer y obedecer el Evangelio, especialmente cuando reflexionamos
sobre la continua miseria que hay en este mundo, no hay felicidad completa,
todo lo que vemos o podamos poseer es como dice Salomón: "Lo torcido no se
puede enderezar, y lo incompleto no puede contarse” (Ecle.1:15).
Por eso no hay nada mas bueno para oír, y que da mas vigor al alma de un hombre
que cree, que esto: "Queda un reposo para el pueblo de Dios" (v9);
esto es, que Dios tiene reservado un estado de eterna y completa felicidad para
sus hijos en Gracia.
El tiempo que pases en este mundo son los meses para purificarte del pecado y
que puedas estar preparado para tu entrada al cielo. Es imposible que haya una
esperanza racional del cielo a menos que haya antes una labor de purificación.
Esfuérzate, pues, en rechazar toda apariencia de mal, mira como lo urge el
apóstol: "Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos
de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el
temor de Dios" (2Co.7:1). Esto es, cuida tus pensamientos y cuida tu carne
del pecado, lo que es lo mismo, tu alma y cuerpo.
Amen.