Meditación Diaria

Meditación del 14 de Octubre

Texto: "Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, más sin atractivo para que le deseemos" (Isaías 53:2).

 
La humildad que trajo Cristo a este mundo es descrita en dos aspectos: Su nacimiento u origen, y en su manera de vivir.

 
Su nacimiento u origen: "Subirá cual renuevo". Cuando se dice nacimiento no se refiere tanto a su infancia, sino más bien a su origen bajo o insignificante que tomo sobre Si. Las Escrituras a menudo describen la condición de una persona con la figura de una planta. Las miserias son a veces expresadas como una planta bajo el calor del desierto, como un arbusto insignificante: "Será como la retama en el Araba; no vera cuando venga el bien, sino que morara en los pedregales del desierto, en tierra salada e inhabitable" (Jer.17:6). De modo semejante es expresado Cristo aquí, aludiendo a Su pobreza y humillación. Como un renuevo que brota de la tierra, el cual un hombre al pasar lo ve, pero no le da importancia, y lo pisaría mas que admirarlo o cuidarlo. La persona de Cristo a los ojos del mundo no tiene ningún atractivo, como tampoco el renuevo que brota de la tierra.

Texto: "Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, más sin


El profeta también dice: "Y como raíz de tierra seca"; cuando pensamos en un retoño la idea que surge en nuestra mente es algo tierno, verde, fresco, pero con Jesús no fue así, El no tuvo el verdor y frescura del renuevo de tierra fértil. Se sabe que el renuevo si sale hacia arriba, pero no la raíz, porque entonces menciona la raíz? Es obvio que se trata de un lenguaje figurado, y se piensa que se dice así para denotar la sequedad del renuevo. Se recordara que Cristo es de la raíz de David, una casa que prácticamente se extinguió como familia piadosa: "Un retoño brotara del tronco de Isaí, y un vástago de sus raíces dará fruto" (Isa.11:1). David tuvo una vida prospera, pero su padre Isaí fue pobre y casi desconocido, lo cual habría de volver, y de aquello ya decaído brotaría este renuevo.

 
Luego dice: "Delante de el", uno se pregunta: ¿Delante de quien? El contexto, o mas bien el verso anterior nos indica dos posibilidades o las dos se pueden incluir, delante de los judíos incrédulos y delante de Dios, que lo permitió o que esto fue así por Su predeterminado consejo y voluntad; nótese la lectura corrida: "¿Quien ha creído nuestro anuncio? ¿Sobre quien se ha manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante de el, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en el, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que lo deseemos" (Isa.53:1). Así la explicación sobre el origen de Cristo que encierra el texto.

 
Su manera externa de vivir. Sobre esto el profeta añade: "No hay parecer en el, ni hermosura". Las cosas despiertan el amor o el interés de los seres humanos por dos razones; por la buena conformación de sus partes, lo cual llamamos su esplendor o agradable apariencia, pero también por la adecuada combinación de sus colores, lo cual seria la hermosura, Cristo no tuvo ninguna de las dos. El Salvador careció de excelencia física y encanto. Los que le vieron no encontraron en El adecuada proporción de forma, ni parecer, como tampoco encanto o atractivo.

 
Esto requiere de una explicación; no estamos significando que tuvo una apariencia monstruosa o deformada, sino más bien que no fue un hombre que despertara el amor o atractivo de sus contemporáneos, que fue un individuo corriente, y que físicamente no se destacaba en comparación con los otros. Sin duda que fue alguien de muy buena salud y un cuerpo corriente entre los hijos de los hombres. No vino con la pompa y gloria que la mente humana habría imaginado encontrar en el Mesías de la humanidad; la gloria que se veía en El no era de acuerdo a la majestad del Salvador del mundo, particularmente a los ojos del incrédulo. Así que, al considerar este comentario hay que distinguir lo que el Señor Jesús es en Si mismo, de lo que fue a los ojos de la mente natural.

 
El verso agrega: "Mas sin atractivo para que le deseemos"; esto es, que estuvo privado de aquello que pueda mover nuestros afectos hacia El, puesto que no tenia encanto. La idea es que un ojo carnal no vería excelencia en Cristo para ganar el interés o afecto, o que si usted confiase en lo que veía de El, usted no le desearía. El fue "sin atractivo para que le deseemos". Esta es la explicación en cuanto al significado de las palabras o frases que forman el texto.

 

Amen.

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