¿Por qué no puede una mujer ser pastora?

Cristo es la cabeza y el dueño de la iglesia. Como cabeza de la iglesia, El ha dispuesto que sea el varón quien ejerza autoridad espiritual. Sobre esto Pablo dice en 1 Timoteo 2:12, “Yo no permito que la mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada”. El problema con una mujer pastora radica en que estaría ejerciendo autoridad sobre el varón, quien a pesar de que no es superior a la mujer en esencia, le ha sido designado el rol de cabeza, no solo en el hogar, sino también en la iglesia. Y este rol de cabeza no se fundamenta en algo cultural, sino en un hecho histórico y teológico: “Porque Adán fue creado primero, después Eva. ¹⁴ Y Adán no fue el engañado, sino que la mujer, siendo engañada completamente, cayó en transgresión”.  La razón teológica de Pablo es que Adán fue creado primero, luego Eva para ser su ayuda idónea; además, Eva fue engañada precisamente porque Adán no asumió su rol de cabeza y dejó que ella fuese engañada.