En tiempo presente se puede afirmar, que una buena educación en materia secular o de ciencia terrenal o universitaria, es un don de Dios. Lo decimos, porque Esteban inspirado por el Espíritu Santo habla elogiosamente del don de Moisés, o que es engrandecido por su habilidad y sabiduría. Como si dijera, Fulano tiene un doctorado de la Universidad de París.