1- Confesión de pecados es necesario para nuestro bienestar total:
Salmo 32:5: “Te manifesté mi pecado, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones al SEÑOR; y tú perdonaste la culpa de mi pecado”.
Salmo 41:5: “Yo dije: Oh SEÑOR, ten piedad de mí; sana mi alma, porque contra ti he pecado”. Salmo 38:18: “Confieso, pues, mi iniquidad; afligido estoy a causa de mi pecado”.
2- Arrepentimiento y confesión guían a la restauración y sanidad:
1 Juan 1:9: “Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad”.
Salmo 51:9-12: “Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis iniquidades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de tu presencia, y no quites de mí tu santo Espíritu. Restitúyeme el gozo de tu salvación, y sostenme con un espíritu de poder”.
Romanos 4:7-8: “BIENAVENTURADOS AQUELLOS CUYAS INIQUIDADES HAN SIDO PERDONADAS, Y CUYOS PECADOS HAN SIDO CUBIERTOS. BIENAVENTURADO EL HOMBRE CUYO PECADO EL SEÑOR NO TOMARA EN CUENTA”.
2 Cor. 5:17
3- Confesión de pecado envuelve un compromiso de apartarse del pecado:
Prov. 28:13: “El que encubre sus pecados no prosperará, mas el que los confiesa y los abandona hallará misericordia”.
Isaías 1:16: “Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos; cesad de hacer el mal”.
Ezequiel 18:30-31: “Por tanto, os juzgaré, a cada uno conforme a su conducta, oh casa de Israel--declara el Señor DIOS--. Arrepentíos y apartaos de todas vuestras transgresiones, para que la iniquidad no os sea piedra de tropiezo. Arrojad de vosotros todas las transgresiones que habéis cometido, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué habéis de morir, casa de Israel?”.
Isaías 55:6-7; Efesios 4:22-24
4- Confesión de pecado puede requerir restitución:
Proverbios 14:9: “Los necios se mofan del pecado, pero entre los rectos hay buena voluntad”.
Lucas 19:8: “Y Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes daré a los pobres, y si en algo he defraudado a alguno, se lo restituiré cuadruplicado”.
Ilustraciones Bíblicas: David (Salmo 51); Cristianos en Éfeso (Hch. 19:18-19); Israelitas bajo la ley (Lev. 6:1-5; Num. 5:6-7).
Tomado de Quick Scripture Reference For Counseling Youth.