La Palabra Perdida


 

La Palabra Perdida
He aquí vienen días,  dice Jehová el Señor,  en los cuales enviaré hambre a la tierra,  no hambre de pan,  ni sed de agua,  sino de oír la palabra de Jehová. E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová,  y no la hallarán” (Amos 8:11-12).
 
Ocho siglos antes de Cristo, el reino del norte se sentía confiado debido a la prosperidad económica y auge comercial de la nación. Sin embargo, espiritualmente, las normas verdaderas habían desaparecido: poca honradez, maltrato a los pobres, desenfreno aristocrático, etc. Como juicio divino, Dios les envió al cautiverio y sequías de la corriente de la revelación divina. Dios determinó poner fin al ministerio profético: no más palabra de orientación y seguridad de parte de Dios. El resultado fue almas inquietas y frenéticas.
 
La condición de hoy es similar a la de los días de Amós, aun en muchos círculos “evangélicos”: hambruna espiritual. 
A diferencia de los primeros cristianos de los primeros siglos, de la reforma, del despertar puritano, del avivamiento evangélico y del gran movimiento misionero del siglo XIX, la iglesia de hoy carece de certeza. La razón no está en el secularismo, sino en el rechazo a la palabra de DIos.
 

 

Se puede decir que, en términos generales, por 18 siglos, el mundo no tuvo dudas acerca de si la Biblia es la revelación inspirada de Dios. La enseñanza histórica de la reforma protestante con relación a las Escrituras se puede resumir en 3 enunciados: La inspiración, la autoridad y la dependencia. 

 

 

 

1- La inspiración de las Escrituras como palabra de Dios: “Ahora solamente tenemos las Escrituras, en las que Dios ha querido que Su verdad fuese publicada y conocida hasta el fin. Los creyentes reconocen que es como si Dios mismo les estuviese hablando de viva voz por medio de ella”, Calvino, Juan, Institución de la religión cristiana, libro I, capitulo VII.
2- La autoridad de La Palabra como norma de fe y vida: “Mi conciencia esta sujeta a la palabra de Dios, y no es honrado ni seguro obrar en contra de la propia concienciaMartín Lutero; “Creemos, confesamos y enseñamos que la sola regla y norma por la cual todos los dogmas y todo maestro debe ser evaluado y juzgado, debe ser nada menos que los escritos proféticos y apostólicos del Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Formula Luterana de la Concordia, 1580.
3- Dependencia de las Escrituras como medio de gracia: “Las Escrituras de Dios es la carne celestial de nuestras almas;…es lámpara a nuestros pies, e instrumento de salvación seguro, firme y eterno;…consuela, alegra, regocija y guarda nuestra conciencia;…las palabras de las Sagradas Escrituras sean llamadas palabras de vida eterna; por ser instrumento de Dios para ese mismo propósito. Tienen poder para cambiar, a través de al promesa de Dios… y al ser recibidos en un corazón fiel, siempre tienen un espíritu celestial actuando en ellos”. Las Homiliadas. P.3.   

 

Estas enseñanzas se resumieron bajo la famosa frase reformada, “Sola Scritura”, la cual surgió en contra de la posición Católico Romana afirmada en el concilio de Trento, 1545-63), la cual proponía:

 

1- Dos fuentes de Revelación: La Escritura y la tradición.

2- La Escritura no es suficiente para dar el conocimiento salvador de Dios.

3- Por encima de la Escritura y la tradición está la autoridad de la iglesia en la persona del papa, quien es infalible y es quien, en realidad, define la doctrina. 

 

El Giro Equivocado

 

Las dudas con relación a las Escrituras comienzan en el siglo XVII, cuando influenciado por el racionalismo, el medico francés, Jean Astruc, puso los cimientos del criticismo, al poner en duda la paternidad literaria del Pentateuco. Al atacar a Las Escrituras por su mismo cimiento, se comenzó a romper la relación entre la revelación (la palabra de Dios) y la Biblia. Surgieron varias posiciones erradas al respecto: liberalismo teológico y neoortodoxia.

 

1- Liberalismo teológico: La Biblia contiene la palabra de Dios. Inspirado por el racionalismo, niega todo lo sobrenatural y por tanto, la revelación, la cual es sobrenatural en si misma. Dos vertientes:

 

a) Ala derecha (Visión de la iluminación): La revelación se encuentra en algunos lugares de la Escritura, en los cuales, Dios concedió a hombres piadosos una percepción profunda de Su verdad.

 

b) Ala izquierda (Visión de la intuición): La Biblia no revela a Dios, sino al pensamiento cambiante del hombre con relación a Dios. 

 

2- La neoortodoxia (reacción contra liberalismo). La Biblia se convierte en la palabra de Dios.

 

a) Ala derecha (La visión existencial de Karl Barth): Enseña que la Biblia se convierte en la palabra de Dios cuando El escoge usar un medio imperfecto (la Biblia) para tener un encuentro con El (experiencia existencial).

 

b) Ala izquierda (La visión de desmitificación de Rudolf Bultmann): Enseña que el exégeta Bíblico debe descubrir dentro de todos esos mitos la revelación de Dios.     

 

Los resultados de este giro con relación a la revelación han sido los siguientes:

 

1- Se ha socavado la predicación, pues el verdadero concepto de la predicación es que el predicador se convierta en un vocero del texto.

 

2- Se ha debilitado la enseñanza. Si la Biblia no es la revelación de Dios, no hay interés en aprender doctrina bíblica.

 

3- Se ha debilitado la fe, la cual se alimenta de las promesas de la Biblia. 

 

4- Se ha desalentado la lectura de las Escrituras entre los laicos. 

 

Nuestra Tarea

 

“Avivarnos de nuevo es prerrogativa de Dios, y solo de El. Pero podemos sacar las piedras de tropiezo sobre las que hemos caído. Podemos ponernos a reconsiderar las doctrinas de revelación e inspiración de un modo que, a la vez que no rechacemos la luz que el estudio moderno ha arrojado sobre los aspectos humanos de las Escrituras, lo cultural, lo lingüístico, lo histórico, etc, elimine todo escepticismo acerca de su divinidad y eterna verdad” J.I.Packer 

 

PJJP

 

Notas:

La voz del Dios Santo, JI Packer

Introducción general a la Biblia, N. Geisler